Quizá hayas dicho o escuchado esto en relación a ir al psicólogo: “no necesito ir al psicólogo, ya me tomo un café con mis amigos”. Estupendo. Entonces, es muy probable que no encuentres interés en lo que viene a continuación.
Soy psicóloga y yo también he escuchado esto. Incluso bautizado como “café-terapia”. Y la verdad es que me parece estupendo. Sí, es estupendo mientras encuentres en ese café con amigos lo que necesitas.
No te sorprendas si un día descubres que no es suficiente, que eso no es lo que necesitas. Hay que tener en cuenta que lo habitual es haber puesto en marcha todos los recursos a nuestro alcance antes de recurrir a alguien, más aún si ese alguien es un profesional. Me refiero a que tratamos de hacer frente a nuestro malestar con aquello que sabemos que nos hace sentir bien, o al menos, nos ha funcionado en otras ocasiones hasta ahora. “No es la primera vez que me siento así, sólo necesito descansar, evadirme, desconectar, meditar sobre el tema…”
En ocasiones ocurre que un tema nos sobrepasa y no sabemos cómo resolverlo. Y, en otras ocasiones, lo que nos ocurre es que estamos haciendo frente a varios asuntos a la vez y no alcanzamos a ver avances en nuestro esfuerzo.
Es posible que la escena que imaginamos en una sesión de psicoterapia nos recuerde a un café con amigos. Es una conversación acerca de asuntos personales, ya sea de índole personal, familiar, laboral… Una conversación tras otra versan entorno a lo mismo. A veces reímos, a veces nos ponemos serios, a veces lloramos… Entonces, ¿dónde radica la diferencia? Con mis amigos hablo en confianza, con el psicoterapeuta también. Con mis amigos quedo para hablar de mis cosas, con el psicoterapeuta también. Mis amigos opinan sobre lo que les cuento, el psicoterapeuta no. La persona a la que estás recurriendo es profesional, se ha formado para los temas que le planteas. Un psicólogo está formado en la observación y el análisis, emplea técnicas basadas en evidencia científica, además de la experiencia y el bagaje profesional para abordar con empatía lo que le plantees.
En la medida en que somos personas, también tenemos nuestras filias y nuestras fobias. Quiero decir, que nos basta un primer encuentro para sentir que encajo o no con una persona. Y aún así, lo que en psicología llamamos, el vínculo terapéutico es algo que se forja poco a poco. Los psicólogos entendemos que esto es un primer paso fundamental para el éxito de la psicoterapia.
Los psicólogos, nos movemos en el mundo de las emociones. Y el mundo de las emociones tiene su propio lenguaje. Algunas personas ya llegan a la consulta con la capacidad de comunicarse en ese lenguaje, otras lo van adquiriendo. Pero lo cierto es que no es la forma en la que nos comunicamos habitualmente, en un café con amigos, y si estamos vulnerables puede resultar especialmente incómodo. Así que necesitamos que la persona a la que confiamos nuestras inquietudes nos escuche con atención, nos atienda con sensibilidad, no nos juzgue y nos aporte alternativas a la situación que estamos viviendo.
Cuando entiendes este proceso, puedes seguir tomando…
Un café con amigos.